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lunes, 1 de junio de 2015

FORMAS DE APLICACIÓN DE CENIZAS DE MADERA EN EL BIOHUERTO

Las cenizas son los residuos que se obtienen de la quema de trozos de madera (ramas  secas) para cocinar los alimentos a través de cocinas rústicas denominadas fogones. Estos residuos se desmoronan al tacto formando un polvo muy fino de color plomo.

Las cenizas se pueden utilizar dentro de la agricultura ecológica para proteger y curar a las plantas del ataque de plagas (gusanos de tierra y comedores de hojas) y enfermedades (hongos que producen manchas en las hojas); además, también aporta nutrientes (como el potasio) que la planta pueda aprovechar para su crecimiento y desarrollo; Además disminuyen la acidez del suelo, mejorando las condiciones para el desarrollo de microorganismos que se encargan de descomponer la materia orgánica y liberar los nutrientes para que las raíces de las plantas las puedan absorber.

Las cenizas se pueden aplicar de diferentes formas, dependiendo del tipo de planta (especie, hábito de crecimiento, tamaño) y del tipo de plaga o enfermedad que se desea controlar. Así tenemos:

Control de gusanos de tierra: Espolvoreo al contorno de la base del tallo.
Para evitar el ataque de gusanos que se comen los brotes de plantas tiernas o recién trasplantadas se debe tomar un puñado de ceniza y espolvorearla alrededor de la base del tallo; Esto evita que los gusanos que están escondidos debajo de la tierra u hojarasca puedan acercarse a las plantas. Las aplicaciones se deben realizar cada vez que las lluvias o el agua de riego disuelvan las cenizas o hasta que las plantas tengan un mayor tamaño y los tallos sean mas fibrosos.
Espolvoreo de ceniza alrededor de la base de los tallos

Control de hongos que producen manchas en las hojas: Caldo de ceniza asperjado sobre las hojas.
Para evitar el ataque y para curar hongos que forman manchas en las hojas que al inicio tienen color amarillento y al final se marchitan, se debe disolver dos puñados de ceniza en un litro de agua, luego se disuelve un trozo pequeño de jabón de lavar ropa blanco, toda esta mezcla se coloca en una olla y se lleva al fuego hasta que hierva por 5 minutos. Al final, se deja enfriar, se tamiza y se asperja sobre las hojas de las plantas (parte superior e inferior de las hojas). Las aplicaciones se deben realizar dos veces por semana para curar los hongos o una vez a la semana para prevenirlos.
Aplicación de caldo de ceniza

Como abono de fondo: Espolvoreo durante la preparación del suelo o aporque.
Para incrementar la fertilidad del suelo y promover que el potasio se encuentre disponible para su absorción por las raíces de las plantas, se debe espolvorear entre  1 – 2 Kg. Por cada m2 de área a cultivar durante la remoción (o volteo) del suelo, junto con el compost o estiércol. También se puede aplicar durante el aporque, espolvoreando un puñado alrededor de la base del tallo y luego taparlo con tierra usando un pico o una lampa.
Espolvoreo de cenizas durante la preparación del suelo

lunes, 11 de mayo de 2015

USO DE YESO AGRÍCOLA EN EL BIOHUERTO

La poca o nula absorción de agua de riego por parte del suelo es consecuencia de la elevada cantidad de sales de sodio, como bicarbonatos y carbonatos, que destruyen su estructura ocasionando también que los nutrientes presentes en el suelo no puedan ser absorbidos por las raíces y se altere el normal crecimiento de las plantas (marchitez).

Entre las formas mas rápidas de remediar este problema se encuentra la incorporación de yeso agrícola (sulfato de calcio) al suelo en cantidades de 0.5 – 1 Kg. por cada m2 de área de cultivo dependiendo de la gravedad de la situación. Cabe destacar que no se debe confundir el yeso agrícola con el yeso de construcción que venden en las tiendas ferreteras pues el primero se solubiliza al contacto con el agua reaccionando con el suelo a diferencia del segundo que tiende a formar agregados (se endurece y forma bloques que no permiten el desarrollo de las plantas).

Labores de incorporación del yeso agrícola
Se debe remover el suelo con ayuda de un pico hasta que quede completamente suelto (con textura fina y libre de piedras). La profundidad de remoción depende del tamaño y tipo de las plantas a cultivar; por ejemplo para rabanitos o espinacas (plantas de porte pequeño) se debe remover a 15 – 25 cm. de profundidad y para tomate o ají (plantas de porte grande) se debe remover a 30 – 50 cm. de profundidad.
 Suelo suelto con elevado contenido de sales

Una vez que el suelo de cultivo se encuentra suelto se procede a esparcir el yeso agrícola por toda su superficie de manera uniforme de modo que esté bien distribuido. La cantidad de yeso varía entre 0.5 – 1 Kg. por cada metro cuadrado de área. La ventaja del color blanco de este producto es que nos permite identificar a simple vista que se está distribuyendo adecuadamente sobre la superficie donde se va a cultivar. Si se desea se puede abonar el suelo espolvoreando compost lavado o humus de lombriz en cantidad de 1 Kg. por cada metro cuadrado de área. No se debe exceder de esta cantidad porque los abonos tienen sales.
Espolvoreo de yeso agrícola sobre el suelo

Posteriormente, se procede a mezclar uniformemente con la tierra, con ayuda de un rastrillo o una lampa de mano, hasta que desaparezca la capa blanca, al final se observará que el suelo tiene un tono mas blanquecino, este tono depende de la cantidad de yeso que se ha aplicado.
Mezclado del yeso agrícola con el suelo

Después de preparado el suelo se deben levantar surcos de entre 30 – 50 cm de ancho dependiendo del cultivo a sembrar y se debe inundarlos, luego, debe esperar unos minutos hasta que la humedad disminuya y se debe volver a inundar; todo este procedimiento se debe realizar hasta 3 veces para garantizar que la tierra va a absorber el agua y que se produzca el intercambio de los iones sódicos que serán removidos por el calcio con el agua.
Formación de surcos y riego

Para la siembra se deben hacer agujeros pequeños hacia un costado del fondo del surco, luego se depositan las semillas y se tapan ligeramente; luego se realiza un riego ligero para sellar el suelo (evitar que queden grietas, que van a ocasionar que se pierda humedad). Cabe destacar que la primera siembra (después del enyesado) necesita de riegos abundantes para que el yeso agrícola reaccione con las sales y como las plantas van a crecer cerca el fondo del surco, por donde va a discurrir el agua, se debe evitar utilizar semillas de especies sensibles a las pudriciones como espinaca, betarraga, ají, zapallos, etc. Se recomienda sembrar maíz, cebolla china o esquejes de camote o de hierbas aromáticas como la hierbabuena, menta, etc. Para siembras posteriores, cuando el suelo esté libre de sales ya se podrá sembrar cualquier tipo de hortaliza.
Siembra de esquejes de camote

viernes, 31 de octubre de 2014

CULTIVO DE HORTALIZAS EN SUELOS PEDREGOSOS

Seguro le ha pasado que al querer instalar un biohuerto urbano en algún espacio libre como patios, bermas, jardines, etc. se ha encontrado con suelos que al ser removidos estaban llenos de piedras e incluso con piedras de construcción. ¿Por qué pasa esto? La respuesta es muy simple, al terminar una construcción les es mas fácil a los contratistas enterrar los desmontes o sobrantes que trasladarlos, al final, el suelo pierde su calidad cultivable pues el cemento y la arena tiende a endurecer el suelo, en esta entrada vamos a enfocarnos en el manejo de suelos llenos de piedras y la adecuada elección de los cultivos a instalar.
 Suelo lleno de piedras

Un buen suelo de cultivo es aquel que está libre de piedras o en caso las tenga sean menores a 1 cm. de diámetro y se encuentren en un porcentaje menor al 5 % del volumen total. ¿Por qué se necesitan suelos libres de piedras para cultivar? Pues, porque las raíces necesitan fijarse al suelo y crecer hacia abajo para poder absorber adecuadamente los nutrientes y el agua, las piedras no tienen nutrientes fácilmente absorbibles y limitan el normal crecimiento de las raíces, además, producen deformaciones en la base de los tallos, los cuales al emerger del suelo tienen que bordear las piedras para buscar la luz y tratar de crecer verticalmente a pesar que no se pueda. Estas deformaciones hacen que la planta sea mas susceptible a quebraduras del tallo y a su posterior muerte. Por otro lado, en cultivos hortícolas de raíz como rabanito, betarraga, zanahoria, etc. se puede observar que en este tipo de suelos desarrollan deformaciones que disminuyen su calidad comercial, esto se debe a que estas raíces también tienden a bordear las piedras para completar su crecimiento siendo prácticamente moldeadas por las piedras mas cercanas.

MEDIDAS DE MANEJO
El principal método de manejo consiste en la limpieza, esto se realiza primero removiendo el suelo hasta una profundidad mínima de 30 cm. con ayuda de un pico o picota de modo que se liberen las piedras que posteriormente serán extraídas con los dientes del rastrillo, el cual dejará las de menor diámetro que no producirán mayor problema en el cultivo. Esta práctica es utilizada en grandes espacios.

En caso el suelo presente una mayor cantidad de piedras de diámetro pequeño (grava) deberá tamizarse con ayuda de una malla la cual separará las piedras. Esta práctica está recomendada en espacios pequeños.

Al retirar el exceso de piedras de un suelo se podrá observar que el nivel (o altura del suelo) disminuye por lo que se debe de incorporar tierra nueva y abonos hasta tener por lo menos una profundidad de suelo removido de 20 – 30 cm. dependiendo del cultivo a sembrar.
Limpieza del terreno, disminución del nivel del suelo

En  suelos con elevada presencia de piedras se debe evitar el cultivo de hortalizas de raíz como rabanitos, betarragas, zanahorias, nabos, etc. pues como ya se comentó anteriormente el producto cosechado tiende a deformarse.

En este tipo de suelos también se debe evitar la siembra de hortalizas con semillas muy pequeñas (lechuga, apio, albahaca, etc.) porque no germinan bien o se secan pues los grandes espacios entre las piedras y el suelo (grandes para las semillas de ese tamaño) no facilitan que esta enraíce bien y se marchite. Para evitar esto se recomienda realizar trasplantes de plantas con 3 – 4 semanas de vida (que posean alrededor de 4 hojas)

El cultivo de hierbas aromáticas y medicinales es una buena opción pues se siembran a través de esquejes (porciones de tallo con hojas) que enraízan muy rápido y porque el producto cosechado son las hojas las cuales no se deforman en su totalidad como sí lo harían los tallos o brotes que emergen del suelo.

Conforme se vayan realizando varias campañas de cultivo (varias siembras) se irá extrayendo el exceso de piedras en cada preparación del suelo, a la vez que se va formando suelo agrícola y se podrá cultivar normalmente, pero de todos modos siempre será necesario que en cada siembra se agregue tierra para elevar el nivel del suelo.
Cultivo de hortalizas en suelo pedregosos, trasplante

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lunes, 6 de mayo de 2013

REUTILIZACIÓN DE SUSTRATOS PARA EL CULTIVO EN MACETAS

Anteriormente ya se explicó que para el correcto cultivo de hortalizas (o cualquier otro tipo de plantas) en macetas es necesario hacer una mezcla de tres sustratos en iguales proporciones de volumen; los cuales son:
  • Tierra de chacra o jardín: Aporta todas las propiedades físicas (textura, estructura, absorción de agua, etc.), químicas (pH, elementos nutrientes, etc.) y biológicas (microorganismos, insectos, etc.) propias del suelo.
  • Compost o humus de lombriz: Aportan los elementos nutrientes en cantidades adecuadas para el crecimiento y desarrollo de las plantas.
  • Musgo cernido: Evita la compactación del suelo, es decir, no permite que el suelo se endurezca, por lo que facilita la movilización de aire y agua.
La mezcla de todos estos sustratos va a permitir el adecuado desarrollo de las raíces de la planta además de la absorción de nutrientes y de agua; esto va a facilitar el crecimiento de las plantas y la cosecha; sin embargo, al finalizar el cultivo surge una pregunta: ¿Este sustrato se puede reutilizar para otro cultivo?
                                                    Cultivo de hortalizas en macetas

La respuesta es afirmativa; sin embargo, se debe tomar en cuenta que en algunas ocasiones suelen presentarse enfermedades en los cultivos sensibles, estas son ocasionadas por hongos, los cuales también infectan el suelo, es decir, permanecen dentro de éste en estado de “reposo”, esperando activarse cuando se vuelva a sembrar algún cultivo sensible. Por ello, es necesario hacer una desinfección del sustrato.

Los cultivos sensibles al ataque de hongos que infectan el suelo son: Alverja, ají, brócoli, coles, frijol, tomate, vainita, zanahoria, etc.

Las formas de desinfección mas sencillas de realizar son las siguientes:
  • Solarización: Consiste en extender el sustrato sobre un plástico o tela y exponerlo al sol durante 1 – 2 semanas hasta que esté completamente seco; el tiempo depende de la estación del año, siendo menor en verano y mayor en invierno.
  • Cocción: Consiste en colocar todo el sustrato dentro de un plástico grueso y amarrarlo bien; luego se sumerge por varios minutos en agua caliente (mayor a 70 °C.), de modo que las elevadas temperaturas maten a los hongos; este proceso se debe realizar 2 – 3 veces; luego se esparce y se deja secar al aire por algunos días.
Siembra en sustratos desinfectados

Una vez que se ha desinfectado el sustrato, ya se puede utilizar para la siembra, para ello primero se debe de agregar una taza de musgo cernido y otra de abono (compost o humus de lombriz) por cada Kg de sustrato que se disponga; se mezcla uniformemente y se coloca en las macetas o contenedores. Se hace este aporte extra para mejorar la calidad del sustrato pues, la presencia del cultivo absorbe gran cantidad de nutrientes y facilita la compactación del suelo.

Si el cultivo posee un periodo de crecimiento rápido como el rabanito, culantro o  espinaca, no se considera necesario hacer la desinfección del sustrato, pero si el aporte de abono y musgo para una nueva siembra.
                          Sustrato reutilizado en el cultivo de hortalizas en macetas

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  1. LOS ALMÁCIGOS - TRASPLANTE
  2. FACTORES A TOMAR EN CUENTA EN EL CULTIVO EN MACETAS
  3. ASOCIACIÓN DE CULTIVOS EN MACETAS

miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿POR QUÉ DEBEMOS PREPARAR EL SUELO?

La preparación del suelo es una de las labores previas a la siembra; Esta labor consiste básicamente en roturar la tierra, es decir, romper las capas duras en terrones que posteriormente serán desintegrados a polvo gracias a la acción de herramientas y equipos especiales.

La preparación del suelo es mas intensiva cuando es la primera vez que se va utilizar un campo, en cambio a partir de la segunda o tercera siembra en un mismo lugar el suelo se encuentra más suelto, es decir, la tierra se puede remover con facilidad e incluso con las manos sin que cause daños en el agricultor.

El suelo se debe ver como un ser vivo el cual se encuentra dormido y al prepararlo estamos estimulando que despierte a través de los microorganismos, insectos, etc. que viven en su interior; los cuales van a descomponer la materia orgánica y van a liberar sustancias nutritivas que van a ser asimiladas por las plantas para que estas puedan crecer y desarrollarse.

Para la realización de esta labor en espacios pequeños se utilizan varias herramientas pero destaca el pico el cual en su parte inversa tiene un implemento que se asemeja a un azadón que permite romper las capas duras del suelo, luego se utiliza el rastrillo que permite romper los terrones formados anteriormente en partículas muchos mas finas. En espacios mas grandes se utilizan motocultores e incluso tractores, los cuales poseen implementos mas sofisticados que van a desintegrar el suelo rápidamente como son discos aserrados o lisos y puntas gruesas, colocadas en varias posiciones e inclinaciones de modo que en conjunto realicen esta acción.

Ruptura de capas duras en terrones con el pico
 
Pulverización de terrones con rastrillo
Suelo preparado (suelto)

La profundidad de preparación del suelo va a variar dependiendo del cultivo que se va a sembrar, en el caso de las hortalizas la profundidad promedio se encuentra entre 20 – 30 cm; siempre y cuando se cultive hortalizas de tamaño pequeño como lechugas, espinacas, etc. En el caso de cultivos de mayor tamaño como alcachofa, espárrago, papa, etc. la profundidad se encuentra entre los 50 – 60 cm. y en el caso de árboles frutales lo que se acostumbra a hacer es abrir hoyos de de 60 – 80 cm de profundidad, por lo que no es necesario preparar la tierra de todo el campo.

Esta labor produce beneficios en el suelo que van a favorecer el crecimiento de las plantas como son:
  • Permite el ingreso de aire al interior del suelo lo que va a estimular el desarrollo de los microorganismos encargados de desintegrar la materia orgánica en sustancias de fácil asimilación por las raíces.
  • Permite el movimiento del agua a través del suelo y junto con ella se van a desplazar los nutrientes hacia la zona donde se encuentran las raíces para su absorción.
  • Favorece el desarrollo uniforme de las raíces y con ellas el crecimiento de las plantas.
  • Al remover el suelo se incorpora los restos de los cultivos anteriores, es decir los restos de raíces, tallos, hojas, etc. al ser enterrados en el suelo se van a descomponer por acción de los microorganismos y con ello se van a liberar los nutrientes para ser absorbidos por el nuevo cultivo.
  • Durante la preparación del suelo se acostumbra realizar el abonado o la incorporación de materia orgánica a través del voleo, es decir, de esparcir uniformemente en todo el campo el abono y luego mezclar con la tierra haciendo uso de una lampa de mano o con un rastrillo.
  • Para realizar el trasplante se requiere que el suelo esté suelto (como polvo) para que las raíces puedan penetrar con facilidad la tierra húmeda y así puedan soportar esta labor.

 ¿Qué sucede si no preparamos el suelo?
La respuesta es sencilla en el caso de ser un lugar donde nunca antes se había cultivado, la planta no crece con facilidad y en la mayoría de casos se muere porque el suelo no permite el movimiento de aire, agua y nutrientes. En campos o biohuertos donde antes ya se ha sembrado tienen el suelo mas suelto y la germinación de plantas es buena por lo que no sería necesario preparar el suelo; además, existe una tendencia ecológica de remover lo menos posible el suelo que es llamada “Labranza mínima” que se basa en no alterar el ecosistema removiendo todo el suelo y matando las malas hierbas, en este caso lo que se hace es sembrar haciendo solo agujeros y depositando las semillas entre los cultivos anteriores o malas hierbas de modo que se mantenga la flora y fauna del lugar.

Un ejemplo gráfico de lo que sucedería se puede observar en la siguiente imagen:



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  1. PREPARACIÓN DEL SUELO
  2. LAS HERRAMIENTAS QUE MAS SE UTILIZAN EN EL BIOHUERTO

domingo, 14 de agosto de 2011

BENEFICIOS DEL USO DE ABONOS EN LUGAR DE FERTILIZANTES

ABONOS
FERTILIZANTES
Vienen a ser las sustancias que se originan de procesos naturales de fermentación o descomposición de estiércoles y restos vegetales, además de la adición de sustancias minerales para enriquecer la cantidad de nutrientes del abono.

Son las sustancias elaboradas por procesos químicos dirigidos que aseguran una formulación estándar que va a definir la cantidad de cada nutriente.


DIFERENCIAS
Poseen una gran variedad de nutrientes (macronutrientes y micronutrientes) en cantidades reducidas.
Posee entre uno a tres nutrientes como máximo en cantidades elevadas.
Todos los nutrientes se encuentran en cantidades equilibradas que al aplicarse al suelo van a permitir una adecuada nutrición de las plantas
Los nutrientes se encuentran en grandes cantidades las cuales en el suelo van a ocasionar un desequilibrio nutricional de las plantas.
Aplicados al  suelo mejoran sus propiedades físicas: estructura, retención de humedad, etc.
Aplicados al suelo no causan efecto en las propiedades del suelo.
Su aplicación al suelo va a contribuir con el desarrollo de los microorganismos que facilitan la absorción de nutrientes y van a influir en las propiedades químicas del suelo.
Su aplicación no favorece el desarrollo de microorganismos del suelo.
Su uso no va a contaminar las aguas subterráneas, pues no se van a infiltrar los nutrientes que se encuentran en exceso.
Su uso va a contaminar las aguas subterráneas pues al aplicarse al suelo va a infiltrar ocasionando que esa agua no se pueda utilizar para el consumo humano.
Van a proveer a las plantas de los nutrientes necesarios para un crecimiento normal y equilibrado haciéndolas resistentes al ataque de plagas y enfermedades.
Van a proveer a las plantas de algunos nutrientes ocasionando un crecimiento acelerado y desequilibrado haciéndolas susceptibles al ataque de plagas y enfermedades.
Su uso va a producir vegetales de sabor más agradable al gusto y de mayor periodo de vida útil después de ser cosechado.
Su uso va a producir vegetales de sabor poco agradable al gusto y de menor periodo de vida útil después de ser cosechado (se descompone rápidamente).

PRODUCTOS MAS USADOS
Estiércol
Compost
Humus de lombriz
Biol
Biosol
Bokashi
Úrea
Nitrato de amonio
Fosfato diamónico
Superfosfato triple
Cloruro de potasio
Sulfato de potasio


ARTÍCULOS RELACIONADOS
  1. ABONAMIENTO Y ELABORACIÓN DE ABONOS
  2. DIFERENCIAS ENTRE PRODUCTOS ECOLÓGICOS Y CONVENCIONALES

domingo, 19 de junio de 2011

¿QUÉ HAGO? MI SUELO NO ABSORBE EL AGUA

Es la pregunta que solemos hacernos cuando después de preparar la tierra y sembrar notamos que al regar la tierra no absorbe el agua, esto se puede demostrar cuando luego de hacer un pequeño agujero en la tierra observamos que la profundidad a la que llegó el agua es menor de 0.5 cm. es decir casi nada; lo peor sucede cuando algunos horticultores que recién empiezan en esta actividad no se dan cuenta de este problema, por lo que no van a emerger las plantas porque al no realizarse un buen riego las semillas no absorben agua y por ello no germinan, al final el horticultor se desanima de continuar al sentir que no es bueno para esta actividad.

Este problema es consecuencia de elevados niveles de sales de sodio en los suelos como bicarbonatos y carbonatos que destruyen la estructura del suelo ocasionando que el agua no infiltre, desaparezca la absorción de nutrientes y se altere el normal crecimiento de las plantas. Entre las formas caseras de remediar este problema destaca la incorporación de yeso (sulfato de calcio) al suelo en cantidades de 0.5 – 1 Kg. por m2 aproximadamente, se mezcla uniformemente con la tierra alrededor de 30 cm. de profundidad y se riega abundantemente para que se produzca el intercambio de los iones sódicos que serán removidos por el calcio con el riego, sin embargo, para eliminar todo el sodio dañino se necesitará realizar estas labores cada vez que se siembre durante varios años.

 Suelo con problemas de absorción de agua


Como su recuperación puede demorar un largo tiempo, hay algunas labores sencillas que pueden minimizar sus efectos, sin embargo, van a requerir el uso de grandes volúmenes de agua, alrededor de dos veces más que si el suelo no tuviera este problema. Estas labores son:
  • A la preparación del suelo se debe abonar con abundante materia orgánica (estiércol, compost o humus de lombriz), estos abonos retienen la humedad del suelo, por lo tanto permiten mantener el suelo húmedo paras que las raíces de las plantas puedan absorber agua.
  • A la preparación del suelo se puede incorporar musgo cernido en cantidades entre 5 – 7 kg. por m2, y se debe mezclar uniformemente, este sustrato también permite retener la humedad del suelo y ayuda en parte a la absorción del agua.
  • Después de preparado el suelo se deben hacer surcos profundos y se debe inundarlos, se debe esperar unos minutos hasta que el agua se seque y se debe volver a inundar; todo este procedimiento se debe realizar hasta tres veces para garantizar que la tierra va a absorber el agua. Al finalizar se puede hacer un agujero y se va a comprobar que la tierra está húmeda.
  • Para la siembra, será necesario que se haya realizado el paso anterior, solo así tendremos la seguridad de que la tierra está húmeda; al sembrar se debe hacer un pequeño agujero en el fondo del surco, se deposita la semilla y se tapa; luego se rocía agua con un rociador para sellar el suelo (evitar que queden grietas, que van a ocasionar que se pierda humedad). Cabe destacar que como las plantas van a crecer en el fondo del surco y como los riegos van a ser abundantes se debe evitar utilizar semillas de especies sensibles a las pudriciones como espinaca, betarraga, ají, zapallos, etc.
 Siembra de rabanito al fondo del surco 

  • Lo más recomendable para la siembra en estos suelos es realizar trasplantes pues se va a tener la seguridad de colocar las raíces en las zonas húmedas de suelo, el proceso se inicia después del riego inicial indicado anteriormente, los trasplantes se van a colocar en la parte lateral-inferior del surco teniendo cuidado de que las raíces se encuentren bajo la tierra de la parte inferior del surco, de modo que al inundar los surcos las raíces tengan fácil acceso al agua. Al igual que con la siembra se debe evitar usar especies sensibles a la pudrición, en este caso se restringe solo el uso de ajíes, zapallos y calabazas.
Trasplante en suelos con problemas de absorción de agua

  • Los riegos deben realizarse en épocas calurosas hasta tres veces por semana y en invierno solo una; el método del riego se debe realizar inundando el fondo del surco, luego se espera hasta que el agua se seque y se vuelve a inundar, al igual que antes de la siembra se debe repetir estos pasos hasta tres veces para tener la seguridad que la tierra va a absorber el agua.

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viernes, 20 de mayo de 2011

LAS HERRAMIENTAS QUE MAS SE UTILIZAN EN EL BIOHUERTO

Para la instalación de un biohuerto se necesita del uso de herramientas con el objetivo de poder remover la tierra y dejarla suelta, cosa que no se podría hacer sólo con las manos porque nos produciría heridas y tomaría más tiempo del planificado originalmente.
Cuando alguien quiere instalar un biohuerto ya sea en su casa, local comunal o para algún proyecto siempre se va a formular la siguiente pregunta: ¿Cuál será la herramienta que más voy a utilizar?
Para contestar esta pregunta, primero debemos de evaluar el tamaño del área destinada para el cultivo, si esta es menor de 2 m2, no será necesaria la adquisición de  herramientas grandes, pues bastará con las de mano (lampas, trinches, escardas, etc.); pero, si el área es mayor necesariamente se necesitará de herramientas grandes para ahorrar tiempo, esfuerzo y evitar estar pisando en el área de siembra.
Existen gran variedad de herramientas en el mercado y varias adaptaciones de estas por lo que la elección de las necesariamente útiles se vuelve complicada, para evitar este dilema se presenta a continuación las herramientas más utilizadas y los usos que se les suele dar en el biohuerto.

El pico
Es la herramienta esencial para la remoción del suelo sobre todo en lugares donde el suelo está compactado (duro), esto generalmente se presenta cuando es la primera vez que se va a sembrar en dicha área, con el paso del tiempo y de cultivos el suelo presentará mayo facilidad de remoción.
Esta herramienta presenta dos variantes; Por un lado se encuentra el pico (punta) la cual sirve para hacer orificios en el suelo duro y de esta forma quebrar la capa dura superficial en terrones. Por el otro lado se encuentra el azadón (punta ancha y plana) que se utiliza para cavar a través de los terrones de tierra dura y para triturarlos de modo que queden terrones mucho más pequeños.
El uso de esta herramienta requiere de gran cantidad de fuerza porque además de su elevado peso para manipularla, va a ser necesario varios golpes fuertes a la tierra para poder romper la capa dura.


El rastrillo
Es la herramienta multiusos, utilizada principalmente por todas las personas que cultivan hortalizas por las facilidades que ofrece.

Consta de una serie de puntas redondeadas de metal sujetadas en hilera por una barra horizontal unida a un palo largo que hace de mango; a diferencia del pico su uso no requiere de una fuerza descomunal, pero sí de destreza.

Las funciones más utilizadas son:

  • Termina de desmoronar los terrones pequeños que quedan en la tierra después de usa el pico.
  • Separa las piedras de la tierra, sobre todo en terrenos pedregosos permitiendo que el terreno esté libre de ellas.
  • Mezcla la tierra suelta (en polvo) con los abonos orgánicos (estiércol, compost humus de lombriz) permitiendo que la mezcla sea homogénea.
  • Permite que todo el terreno se encuentre al mismo nivel evitando la formación de montones de tierra, esto se logra volteando 180° la herramienta para que la barra horizontal actúe como barra niveladora.
  • Forma los surcos de siembra, volteando 90° permite que la parte lateral de la barra horizontal actúe como surcador.
  • Tapa las semillas con tierra, de la misma forma como se forman los surcos permite tapar las semillas sin la necesidad de agacharse para ello.

  

La lampa de mano
Esta herramienta se recomienda para terrenos pequeños (menores de 2 m2 a lo sumo) y en la siembra en macetas, su tamaño pequeño permite mayor facilidad de movimiento, sin embargo para utilizarla bien es necesario estar agachado.

Puede realizar las mismas funciones que el pico (remoción y desterronado) y el rastrillo (mezcla, nivela, surca, tapa, etc.), sin embargo, para romper la capa dura del suelo va a ser necesaria mayor cantidad de fuerza, además también se utiliza para remover las malas hierbas entre las líneas de siembra cuando estas aún están pequeñas. Para la siembra en macetas se utiliza en la mezcla de tierra con el abono y para tapar las plantas en los trasplantes.



En este artículo no se hace referencia al uso de lampas (palas) porque tienen pocas funciones en el biohuerto, las cuales están limitadas solamente al volteo del compost y para cavar huecos para sembrar árboles. 

jueves, 3 de marzo de 2011

PREPARACIÓN DEL SUELO

La preparación del suelo se realiza para evitar que se formen capas duras que van a limitar el movimiento del agua y aire a través de este, lo que va a favorecer el crecimiento normal de las raíces, además, incorpora restos de plantas de la anterior cosecha y abonos que van a reactivar la actividad de los organismos contribuyendo a mantener la fertilidad natural del suelo.


Los pasos que se van a realizar para la preparación dependen del tipo de planta que estuvo sembrada anteriormente y el periodo de descanso que tuvo el suelo, de modo que la preparación será más fácil cuando las plantas anteriores sean suculentas (mayor cantidad de agua en sus tejidos, como lechugas, coles, etc.) lo que permitirá un fácil picado o trozado; y menor sea el periodo de descanso del suelo, debido a que la tierra estará más suelta (sin la presencia de terrones o champas). Éstos pasos son:

a) Parcelado.- Consiste en la demarcación del área total de la parcela, la cual va a ser el lugar donde se van a cultivar las plantas, en este proceso se van a marcar también los caminos que van a ser espacios libres de tránsito para realizar las labores de manejo. Se realiza con pitas y estacas ó con cal de obra según la disponibilidad. El área de las parcelas es variable, pero en general el ancho debe medir entre 1.0 y 1.20 m., lo cual va a poder facilitar tener acceso a todas las plantas sin tener la necesidad de estar pisando dentro de la parcela lo que va a endurecer el suelo.

b) Limpieza.- Se realiza sólo en caso de ser la primera vez que se va a sembrar en ésta área; se van a retirar todos los materiales que no pueden descomponerse con facilidad como papeles, vidrios, piedras grandes, etc.

c) Riego de Machaco.- También se realiza en caso de ser la primera vez que se va a sembrar en ésta área; el riego de machaco consiste en un riego pesado o prolongado (inundación) que permite que el suelo duro pueda absorber el agua a través de las capas duras y de este modo pueda ponerse más suave para poder prepararlo con las herramientas. Además también se utiliza para ahogar larvas y pupas (estadíos inmaduros de insectos plaga) y permite la germinación de malas hierbas, las cuales serán incorporadas al suelo durante la preparación.
Después del riego de machaco se debe esperar algunos días (2 – 4, dependiendo del suelo y clima) hasta que el suelo se seque un poco hasta un nivel en el que las herramientas puedan penetrarlo y desmenuzarlo con facilidad sin que esto produzca barro ni bloques de tierra (terrones).



d) Roturación del suelo.- Se realiza con las herramientas, inicialmente con el azadón (parte posterior del pico) y posteriormente con el rastrillo y/o pala; el objetivo es el desmenuzado del suelo, es decir que al final de este proceso la tierra debe de estar en forma de “polvo grueso”, lo que va a favorecer el desarrollo de las raíces y la absorción de nutrientes y agua. La profundidad de preparación varía según el tipo de planta a sembrar, en general para las hortalizas de rápido crecimiento vasta con 20 – 30 cm., para papa de 80 – 100 cm., etc.




e) Abonamiento.- Se realiza para poder activar los procesos biológicos de los microorganismos del suelo (que van a favorecer el desarrollo de la planta) y proveer de nutrientes a las plantas. Se puede realizar con compost, humus de lombriz, etc. Las cantidades varían entre 1 – 2 kg por cada m2 de suelo, por ejemplo si nuestra parcela mide 2 m. de largo por 1 m. de ancho, entonces su área es de 2 m2 y la cantidad de abono a aplicar se encuentra entre 2 y 4 Kg. El abonado se realiza esparciendo de manera uniforme el abono sobre el suelo, después con ayuda de un rastrillo o con las manos se realiza la mezcla con el suelo de modo que toda el área debe de tener la misma proporción de abono / suelo.

f) Nivelación.- Se realiza para que toda el área de la parcela se encuentre al mismo nivel, de modo que durante el riego el agua se distribuya de forma uniforme; la nivelación se realiza con la parte posterior del rastrillo o con una tabla, siempre cuidando de no compactar o endurecer el suelo.

g) Surcado.- Se realiza con el objetivo de marcar ordenadamente las líneas donde se van a depositar las semillas de modo que se puedan facilitar las labores de manejo como riego, deshierbo, desahíje, etc. Se puede realizar con un rastrillo ó con un palo grueso, haciendo líneas que se van a profundizar a través de varias pasadas, durante este proceso se debe cuidar que todo el surco (tanto la parte superior como inferior) se encuentre nivelado; la distancia entre líneas o surcos debe encontrarse entre 20 – 30 cm. según el tamaño de las plantas que se van a sembrar.


Después de realizados todos estos pasos el área de la parcela estará lista para poder realizar la siembra.



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