Mostrando entradas con la etiqueta profundidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta profundidad. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de junio de 2018

LA IMPORTANCIA DE LA PROFUNDIDAD DE SIEMBRA

La siembra consiste en colocar la semilla bajo el suelo o sustrato para que, al hidratarse, empiece con el proceso de germinación que la llevará a formar una nueva planta. Si bien la siembra parece una labor sencilla que no necesita de mucha habilidad, es en realidad la razón por la que gran parte de biohuertos no llegan a producir; pues se subestiman varios factores que a la larga producen que la germinación sea dispareja o en el peor de los casos que no logren emerger las plantas.

El mayor problema con el horticultor es que piensa que debe sembrar la semilla lo mas profundo posible para que desarrolle mejor sus raíces y la planta sea mas grande al crecer; cuando lo que en verdad se está haciendo es condenarla a pasar varias dificultades para que logre emerger, si es que llega a hacerlo; estas dificultades son:
  • Va a estar mas susceptible a las pudriciones por exceso de humedad y poca aireación, ya que la semilla necesita de oxígeno para germinar adecuadamente.
  • Va a estar mas cerca de las plagas (Gusanos de tierra), las cuales van a comerse la semilla o parte de ella, impidiendo la germinación.
  • Va a gastar toda la energía que tiene para poder salir a la superficie, por lo que, si logra emerger, va a ser muy susceptible al ataque de plagas y enfermedades.

Las semillas de la mayor cantidad de hortalizas son de tamaño pequeño (Entre 1 – 5 mm.) Salvo algunas excepciones como el zapallo, fréjoles, caigua, etc. cuyas semillas tienen un tamaño de entre 1 – 2 cm. La profundidad de siembra está relacionada con el tamaño de la semilla; La regla, aunque muchas veces no se cumple, es que la profundidad no debe ser superior al doble del tamaño de la semilla. Es decir mientras la semilla es mas pequeña la siembra será mas superficial. El caso mas resaltante vienen a ser las semillas mas pequeñas (Apio, albahaca, lechuga, zanahoria, etc.) donde la profundidad de siembra se encontrará entre los 2 – 4 mm. Siendo lo mas superficial posible pero cuidando que el suelo o sustrato las cubra por completo para evitar que las aves las consuman.
 Siembra superficial de semillas de espinaca

Recomendaciones
  • Muchas veces se suele enterrar la semilla a una profundidad adecuada, pero al regar, las semilla salen a la superficie por erosión del suelo, por eso se recomienda evitar el riego por aspersión o usar la regadera, solo durante las primeras semanas del cultivo.
  • Antes de usar la semilla se debe de evaluar su porcentaje de germinación a través de una prueba; ésta se realiza colocando entre 25 – 50 semillas sobre un papel absorbente húmedo y viendo en 5 – 7 días cuantas logran germinar; de modo que si germina mas de la mitad se puede proceder con la siembra; en caso contrario se debe buscar otra semilla para la siembra.
Germinación de semillas de lechuga

miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿POR QUÉ DEBEMOS PREPARAR EL SUELO?

La preparación del suelo es una de las labores previas a la siembra; Esta labor consiste básicamente en roturar la tierra, es decir, romper las capas duras en terrones que posteriormente serán desintegrados a polvo gracias a la acción de herramientas y equipos especiales.

La preparación del suelo es mas intensiva cuando es la primera vez que se va utilizar un campo, en cambio a partir de la segunda o tercera siembra en un mismo lugar el suelo se encuentra más suelto, es decir, la tierra se puede remover con facilidad e incluso con las manos sin que cause daños en el agricultor.

El suelo se debe ver como un ser vivo el cual se encuentra dormido y al prepararlo estamos estimulando que despierte a través de los microorganismos, insectos, etc. que viven en su interior; los cuales van a descomponer la materia orgánica y van a liberar sustancias nutritivas que van a ser asimiladas por las plantas para que estas puedan crecer y desarrollarse.

Para la realización de esta labor en espacios pequeños se utilizan varias herramientas pero destaca el pico el cual en su parte inversa tiene un implemento que se asemeja a un azadón que permite romper las capas duras del suelo, luego se utiliza el rastrillo que permite romper los terrones formados anteriormente en partículas muchos mas finas. En espacios mas grandes se utilizan motocultores e incluso tractores, los cuales poseen implementos mas sofisticados que van a desintegrar el suelo rápidamente como son discos aserrados o lisos y puntas gruesas, colocadas en varias posiciones e inclinaciones de modo que en conjunto realicen esta acción.

Ruptura de capas duras en terrones con el pico
 
Pulverización de terrones con rastrillo
Suelo preparado (suelto)

La profundidad de preparación del suelo va a variar dependiendo del cultivo que se va a sembrar, en el caso de las hortalizas la profundidad promedio se encuentra entre 20 – 30 cm; siempre y cuando se cultive hortalizas de tamaño pequeño como lechugas, espinacas, etc. En el caso de cultivos de mayor tamaño como alcachofa, espárrago, papa, etc. la profundidad se encuentra entre los 50 – 60 cm. y en el caso de árboles frutales lo que se acostumbra a hacer es abrir hoyos de de 60 – 80 cm de profundidad, por lo que no es necesario preparar la tierra de todo el campo.

Esta labor produce beneficios en el suelo que van a favorecer el crecimiento de las plantas como son:
  • Permite el ingreso de aire al interior del suelo lo que va a estimular el desarrollo de los microorganismos encargados de desintegrar la materia orgánica en sustancias de fácil asimilación por las raíces.
  • Permite el movimiento del agua a través del suelo y junto con ella se van a desplazar los nutrientes hacia la zona donde se encuentran las raíces para su absorción.
  • Favorece el desarrollo uniforme de las raíces y con ellas el crecimiento de las plantas.
  • Al remover el suelo se incorpora los restos de los cultivos anteriores, es decir los restos de raíces, tallos, hojas, etc. al ser enterrados en el suelo se van a descomponer por acción de los microorganismos y con ello se van a liberar los nutrientes para ser absorbidos por el nuevo cultivo.
  • Durante la preparación del suelo se acostumbra realizar el abonado o la incorporación de materia orgánica a través del voleo, es decir, de esparcir uniformemente en todo el campo el abono y luego mezclar con la tierra haciendo uso de una lampa de mano o con un rastrillo.
  • Para realizar el trasplante se requiere que el suelo esté suelto (como polvo) para que las raíces puedan penetrar con facilidad la tierra húmeda y así puedan soportar esta labor.

 ¿Qué sucede si no preparamos el suelo?
La respuesta es sencilla en el caso de ser un lugar donde nunca antes se había cultivado, la planta no crece con facilidad y en la mayoría de casos se muere porque el suelo no permite el movimiento de aire, agua y nutrientes. En campos o biohuertos donde antes ya se ha sembrado tienen el suelo mas suelto y la germinación de plantas es buena por lo que no sería necesario preparar el suelo; además, existe una tendencia ecológica de remover lo menos posible el suelo que es llamada “Labranza mínima” que se basa en no alterar el ecosistema removiendo todo el suelo y matando las malas hierbas, en este caso lo que se hace es sembrar haciendo solo agujeros y depositando las semillas entre los cultivos anteriores o malas hierbas de modo que se mantenga la flora y fauna del lugar.

Un ejemplo gráfico de lo que sucedería se puede observar en la siguiente imagen:



ARTÍCULOS RELACIONADOS
  1. PREPARACIÓN DEL SUELO
  2. LAS HERRAMIENTAS QUE MAS SE UTILIZAN EN EL BIOHUERTO

martes, 26 de abril de 2011

¿POR QUÉ MIS PLANTAS NO EMERGEN DEL SUELO?

Se hizo una adecuada preparación del suelo, se extrajo piedras y se sembró con entusiasmo esperando la pronta aparición de las plantas, pero, nunca llegaron a emerger o sólo unas pocas llegaron a salir. ¿A qué se puede deber esto?


Como ya se comentó en entradas anteriormente publicadas esto puede deberse a varios factores que no se llegaron a tomar en cuenta antes, durante y después de la siembra, para poder llegar a la causa exacta se debe ser lo más observador posible evaluando y descartando causas.

Entre las posibles causas podemos mencionar:

La semillas no era buena; esto quiere decir que la semilla pudo haber estado pasada o no fue adecuadamente almacenada por lo que se perdió su poder germinativo, dependiendo del tipo de hortaliza el periodo de vida de una semillas puede variar de 2 a 5 años. Para evitar esto al adquirir las semillas éstas deben estar dentro de sobres con la fecha de envasado la cual debe ser lo más próxima posible al envasado; además si después de su uso queda un sobrante se debe almacenar en un frasco bien tapado y guardado en un lugar fresco y seco.

La preparación del suelo no fue la adecuada, es decir no se profundizó lo demasiado, esto por lo general ocurre en parcelas donde es la primera vez que se siembra, por lo que la tierra está demasiado dura, esto ocasiona que se forme una capa dura a poca profundidad que va a evitar que el agua penetre por lo que se va a empozar y va a producir la pudrición de las semillas y plantas. Para evitar esto en hortalizas se debe remover la tierra hasta una profundidad de por lo menos 20 cm. Esta profundidad varía cuando se va a sembrar papa donde la profundidad de preparación debe ser de por lo menos 50 cm.

La profundidad de siembra no fue la correcta; esta es uno de las causas más recurrentes porque una siembra a mayor profundidad ocasiona que la planta gaste más energía y reservas alimenticias para emerger del suelo, por lo que es susceptible a enfermedades y plagas. Para evitar este problema se debe recordar que la profundidad de siembra en hortalizas es lo más superficial posible, es decir no debe ser mayor de un centímetro a lo mucho, con excepción de los fréjoles, arvejas y zapallos donde la profundidad varía alrededor de 2 – 3 cm.

El primer riego no fue el adecuado; sobre todo si se regó por gravedad a través de mangueras; en el caso de regar por surcos, muchas veces la fuerza del agua hace que todas las semillas sean arrastradas hacia el fondo perdiéndose en otros lugares, para evitar esto se recomienda regar con baja presión de agua. En el caso de riego por regaderas o botellas, se suele regar a alturas superiores de 1 m. por lo que al caer al agua al suelo produce que se forme barro y se endurezca la tierra formando una capa dura que va a evitar que las plantas puedan emerger; para evitar esto se debe regar a la menor altura posible.

Se pisó demasiado el área de siembra; este problema es muy común cuando los niños se encargan de la siembra, esto ocasiona que se compacte el suelo evitando que la semilla pueda germinar tanto por arriba como por abajo, por lo que se pudrirá. Para evitar este se debe delimitar adecuadamente las áreas de transito y de siembra a través de cercos de palos, maderas, tubos, ladrillos, etc.

Los gusanos o las aves se comieron todo; Es una problema muy común, las plagas se comen los brotes incluso antes de emerger del suelo, lo que causa desconcierto cuando no se sabe lo que pudo haber pasado; por lo general los gusanos por las noches salen de su refugio y se comen las hojas, en el caso de las aves, durante las primeras horas del sol es que van a las parcelas en busca de los plantas tiernas; para evitar esto en el caso de los gusanos se debe cubrir alrededor de la base de planta con ceniza de madera y en el caso de las aves se puede usar coberturas de hojas, espantapájaros de tiras de papel y chapitas que cuelguen de una cuerda colocada sobre el biohuerto a una altura mínima de 1 m.


ARTÍCULOS RELACIONADOS

sábado, 26 de marzo de 2011

LOS ALMÁCIGOS - TRASPLANTE

los almácigos son lugares temporales donde se van a sembrar las semillas hasta que las nuevas plantas se encuentren listas para el trasplante a una parcela definitiva o a una maceta.

La ventaja de su uso radica en el ahorro de tiempo de crecimiento de las plantas en la parcela definitiva, de modo que mientras está creciendo una hortaliza se puede ir sembrando otra en almácigos para ser trasplantada apenas termina la cosecha de la primera hortaliza, llegándose a ahorrar cerca de 1 mes de tiempo.

Se pueden preparar en las parcelas del biohuerto, en recipientes de plástico o madera que contengan orificios en la parte de la base para eliminar el exceso de agua y evitar que la planta se pudra.

Para que la extracción de plantas sea fácil y no se dañe a las raíces, el sustrato utilizado debe de ser lo más suelto posible (fácil de desmenuzarse), por lo que se puede utilizar musgo, aserrín lavado, arena de río, etc., mezclado con tierra en menor proporción (2 kg de musgo por 1 kg de tierra).

Musgo

Manejo de almácigos
La siembra se realiza de la misma forma que en la parcela definitiva cuando se siembra por pizcas (grupos de 6 – 8 semillas), en el caso de macetas se debe distribuir las semillas por toda la superficie y se cubre ligeramente esparciendo un puñado de sustrato sobre ellas; no se cubre demasiado para que las nuevas plantas no tengan problemas al germinar; después de cubrir las semillas se procede a regar con ayuda de una regadera o botella con pequeños orificios, el riego se realiza lo más bajo posible, es decir la altura de la regadera a la maceta debe ser menor de 20 cm. debido a que alturas superiores de riego van a desenterrar las semillas. Además se debe de tratar de llenar toda la maceta con el sustrato para evitar que los bordes de ésta produzcan sombra a la plantas, debido a que al haber mucha sombra sobre las plantas, éstas tienden a estirar extremadamente su tallo lo que provoca que se quiebren al ser trasplantadas.

Almácigos en vasos descartables

Después del riego se coloca la maceta en un lugar con sombra y ventilado, se debe tener cuidado de que este lugar no sea accesible para aves o mascotas porque van a dañar las plantas; alrededor de los 5 – 7 días (cuando las plantas han empezado a emerger del sustrato) se debe ir exponiendo las macetas a la luz del sol poco a poco hasta 3 días por lo menos para que las plantas se vayan adaptando a la luz; después se deben dejar expuestas a la luz para que puedan crecer rápidamente, los riegos se realizarán 1 – 2 veces por semana dependiendo del clima; alrededor de la 3 – 4 semana las plantas ya estarán listas para el trasplante.

Almácigo de betarraga en macetas listo para el trasplante

Trasplante
El trasplante viene a ser la extracción de una planta de corta edad y la colocación en otro lugar diferente del que provino inicialmente para que pueda seguir creciendo.

Las plantas se encuentran listas para el trasplante cuando poseen 4 hojas verdaderas bien desarrolladas; esto se realiza entre los 20 - 30 días después de la siembra, si se pasa el tiempo las raíces empezarán a entrelazarse y será difícil su extracción, además, la planta no se desarrollará bien después del trasplante.
Plántulas de apio, acelga y lechuga listos para el trasplante

Antes del trasplante se debe regar el lugar definitivo donde se va a colocar a las plantas, después con ayuda de la mano se realiza un orificio de unos 5 – 7 cm y se coloca la planta teniendo cuidado que las raíces no se enreden entre sí y que además se encuentren lo más cerca posible a la línea por donde va a pasar el agua; después se cierra el orificio de costado evitando dejar espacios vacíos entre las raíces de la planta y el suelo; para finalizar se procede a regar de nuevo para re-hidratar las raíces.
Trasplante de plántula de ají

De preferencia el trasplante se debe realizar en días nublados o con poco sol; en caso de realizarse en verano se puede tomar las horas de la tarde (4 – 6 pm.) para que la planta tenga toda la noche para adaptarse al nuevo lugar. Para evitar encontrar al día siguiente comeduras de hojas se esparce ceniza de leña al contorno del tallo y sobre las hojas.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

  1. LA SIEMBRA
  2. CULTIVO DE HIERBAS AROMÁTICAS Y MEDICINALES
  3. LA LUNA Y SU INFLUENCIA EN EL CULTIVO DE HORTALIZAS
  4. CALENDARIO DE SIEMBRA DE HORTALIZAS
  5. CAMAS DE SIEMBRA DE BIOHUERTOS
  6. ¿POR QUÉ MIS PLANTAS NO EMERGEN DEL SUELO?
  7. ¿CÓMO SE DEBE UTILIZAR EL ASERRÍN EN EL BIOHUERTO?

jueves, 3 de marzo de 2011

LA SIEMBRA

Consiste en depositar la semilla dentro del suelo de la parcela o del almacigo, para que al tener las condiciones apropiadas se pueda desarrollar la nueva planta.

Previo a la siembra se debe realizar la prueba de germinación de las semillas colocando un puñado (20 a 30 unidades) distribuidas uniformemente sobre un pedazo de papel higiénico que siempre debe estar húmedo por espacio de 5 – 7 días, al final de este periodo se debe contabilizar el número de semillas germinadas y se saca el porcentaje de germinación; mientras más alto sea este, no indicará que en la parcela la mayor parte de semillas van a germinar. Si es bajo nos indica que la semilla está pasada y en la parcela van a haber zonas donde no van a germinar las semillas.

Para la elección del tipo de planta a sembrar se debe tomar en cuenta lo que nos gusta comer y que posea un alto valor nutricional. Asimismo, se debe conocer la época de siembra y cosecha de las principales hortalizas, debido a que su normal desarrollo se puede ver afectado si crecen en un clima diferente, obteniendo tamaños más pequeños y baja calidad del producto cosechado. Para las condiciones de costa central (clima sub-tropical árido) la épocas de siembra y periodo hasta la cosecha de las principales hortalizas es el siguiente:

PRIMAVERA - VERANO
Especie
Cosecha (Días)
Ají
80
Albahaca
45
Berenjena
80
Pepino
60
Tomate
90
Zapallito Italiano
50

OTOÑO - INVIERNO
Especie
Cosecha (Días)
Apio
120
Arveja
80
Cebolla china
60
Espinaca
45
Coles
90
Culantro
45
Perejil
45
Poro
120
Zanahoria
80

TODO EL AÑO
Especie
Cosecha (Días)
Acelga
45
Betarraga
45
Maíz choclo
100
Huacatay
45
Lechuga
90
Vainita
60

FORMAS DE SIEMBRA
La forma de sembrar las semillas se relaciona con el tamaño de la semilla y su capacidad de ser trasplantada. Así tenemos:
a. Línea corrida
Se cava una línea (surco) y se van depositando una por una las semillas a largo de todo el fondo de la línea a distancias de 5 – 7 cm. Se usa para plantas que se cosechan una vez, como el rabanito, nabo, espinaca, etc.
b. Golpes
Se cavan agujeros a determinada distancia y se depositan 3-5 semillas según el tipo de planta; posteriormente el exceso de plantas se usarán para trasplantar, este tipo de siembra se utiliza para semillas muy pequeñas como el tomate, la lechuga, perejil, etc.

La siembra se realiza depositando la semilla en la esquina superior del surco de modo que al momento del riego el agua ascienda hasta donde se encuentra enterrada la semilla, se debe cuidar que el agua discurra lentamente porque erosiona el suelo y se puede llevar las semillas; Otra forma de realizar la siembra es después del primer riego, se deposita la semilla evitando hacer barro y posteriormente con ayuda de un rociador de agua se sella el suelo.

La profundidad de siembra depende de su tamaño y, en general semillas más pequeñas deben de sembrarse más superficialmente para que al germinar la semilla pueda emerger con mayor facilidad del suelo y no se ahogue.

Las semillas de rabanito, lechuga, betarraga, etc., que son semillas pequeñas, deben sembrarse a una profundidad máxima de 1 cm, y las semillas de arveja, frejol, zapallito italiano, etc., que son de mayor tamaño, se deben sembrar a una profundidad cercana a los 2-3 cm.

Formas de siembra

TIPOS DE SIEMBRA
Están relacionados con la capacidad de las plantas de poder soportar el trasplante, así tenemos:
a. Siembra directa
Cuando la semilla se coloca en el terreno donde la planta va a crecer durante todo su ciclo de vida hasta la cosecha. Por ejemplo: rabanito, nabo, espinaca, etc. No soportan el trasplante debido a que sus raíces son delicadas.

b. Siembra indirecta
Cuando las semillas se colocan temporalmente en un almácigo y luego las plantitas se trasladan al lugar definitivo donde van a crecer hasta la cosecha. Se utiliza para plantas que tienen raíces rusticas que pueden soportar el trasplante. Por ejemplo: lechuga, betarraga, albahaca, etc.


Luego de la siembra de las semillas empezará el manejo del cultivo.


ARTÍCULOS RELACIONADOS

  1. LOS ALMÁCIGOS - TRASPLANTE
  2. LA PRUEBA DE GERMINACIÓN
  3. LA LUNA Y SU INFLUENCIA EN EL CULTIVO DE HORTALIZAS
  4. CALENDARIO DE SIEMBRA DE HORTALIZAS
  5. CAMAS DE SIEMBRA DE BIOHUERTOS
  6. ¿POR QUÉ MIS PLANTAS NO EMERGEN DEL SUELO?

PREPARACIÓN DEL SUELO

La preparación del suelo se realiza para evitar que se formen capas duras que van a limitar el movimiento del agua y aire a través de este, lo que va a favorecer el crecimiento normal de las raíces, además, incorpora restos de plantas de la anterior cosecha y abonos que van a reactivar la actividad de los organismos contribuyendo a mantener la fertilidad natural del suelo.


Los pasos que se van a realizar para la preparación dependen del tipo de planta que estuvo sembrada anteriormente y el periodo de descanso que tuvo el suelo, de modo que la preparación será más fácil cuando las plantas anteriores sean suculentas (mayor cantidad de agua en sus tejidos, como lechugas, coles, etc.) lo que permitirá un fácil picado o trozado; y menor sea el periodo de descanso del suelo, debido a que la tierra estará más suelta (sin la presencia de terrones o champas). Éstos pasos son:

a) Parcelado.- Consiste en la demarcación del área total de la parcela, la cual va a ser el lugar donde se van a cultivar las plantas, en este proceso se van a marcar también los caminos que van a ser espacios libres de tránsito para realizar las labores de manejo. Se realiza con pitas y estacas ó con cal de obra según la disponibilidad. El área de las parcelas es variable, pero en general el ancho debe medir entre 1.0 y 1.20 m., lo cual va a poder facilitar tener acceso a todas las plantas sin tener la necesidad de estar pisando dentro de la parcela lo que va a endurecer el suelo.

b) Limpieza.- Se realiza sólo en caso de ser la primera vez que se va a sembrar en ésta área; se van a retirar todos los materiales que no pueden descomponerse con facilidad como papeles, vidrios, piedras grandes, etc.

c) Riego de Machaco.- También se realiza en caso de ser la primera vez que se va a sembrar en ésta área; el riego de machaco consiste en un riego pesado o prolongado (inundación) que permite que el suelo duro pueda absorber el agua a través de las capas duras y de este modo pueda ponerse más suave para poder prepararlo con las herramientas. Además también se utiliza para ahogar larvas y pupas (estadíos inmaduros de insectos plaga) y permite la germinación de malas hierbas, las cuales serán incorporadas al suelo durante la preparación.
Después del riego de machaco se debe esperar algunos días (2 – 4, dependiendo del suelo y clima) hasta que el suelo se seque un poco hasta un nivel en el que las herramientas puedan penetrarlo y desmenuzarlo con facilidad sin que esto produzca barro ni bloques de tierra (terrones).



d) Roturación del suelo.- Se realiza con las herramientas, inicialmente con el azadón (parte posterior del pico) y posteriormente con el rastrillo y/o pala; el objetivo es el desmenuzado del suelo, es decir que al final de este proceso la tierra debe de estar en forma de “polvo grueso”, lo que va a favorecer el desarrollo de las raíces y la absorción de nutrientes y agua. La profundidad de preparación varía según el tipo de planta a sembrar, en general para las hortalizas de rápido crecimiento vasta con 20 – 30 cm., para papa de 80 – 100 cm., etc.




e) Abonamiento.- Se realiza para poder activar los procesos biológicos de los microorganismos del suelo (que van a favorecer el desarrollo de la planta) y proveer de nutrientes a las plantas. Se puede realizar con compost, humus de lombriz, etc. Las cantidades varían entre 1 – 2 kg por cada m2 de suelo, por ejemplo si nuestra parcela mide 2 m. de largo por 1 m. de ancho, entonces su área es de 2 m2 y la cantidad de abono a aplicar se encuentra entre 2 y 4 Kg. El abonado se realiza esparciendo de manera uniforme el abono sobre el suelo, después con ayuda de un rastrillo o con las manos se realiza la mezcla con el suelo de modo que toda el área debe de tener la misma proporción de abono / suelo.

f) Nivelación.- Se realiza para que toda el área de la parcela se encuentre al mismo nivel, de modo que durante el riego el agua se distribuya de forma uniforme; la nivelación se realiza con la parte posterior del rastrillo o con una tabla, siempre cuidando de no compactar o endurecer el suelo.

g) Surcado.- Se realiza con el objetivo de marcar ordenadamente las líneas donde se van a depositar las semillas de modo que se puedan facilitar las labores de manejo como riego, deshierbo, desahíje, etc. Se puede realizar con un rastrillo ó con un palo grueso, haciendo líneas que se van a profundizar a través de varias pasadas, durante este proceso se debe cuidar que todo el surco (tanto la parte superior como inferior) se encuentre nivelado; la distancia entre líneas o surcos debe encontrarse entre 20 – 30 cm. según el tamaño de las plantas que se van a sembrar.


Después de realizados todos estos pasos el área de la parcela estará lista para poder realizar la siembra.



ARTÍCULOS RELACIONADOS