Siempre que uno empieza a
instalar y manejar un biohuerto, hay un miedo natural y es que los gusanos y
las enfermedades acaben con todas nuestras plantas y no podamos hacer nada; Por
ello, es que muchos recurren al uso de productos químicos para matar a las
plagas, sin saber que está manipulando venenos que pueden contaminar al medio
ambiente y a nosotros cuando consumamos el producto cosechado.
Dientes de ajo (semillas vegetativas)
Dentro de las técnicas de
control natural de plagas está el uso de plantas con un efecto repelente,
producto de una sustancia que aleja a los gusanos u otros insectos que dañan
las plantas reduciendo su calidad. Dentro de esas plantas está el ajo, el cual
dentro de la agricultura tiene muchas ventajas de uso por las siguientes
razones:
ü Por
cada cabeza de ajo se pueden obtener entre 8 – 12 semillas o dientes, los
cuales germinan rápidamente al encontrar humedad en el suelo.
ü Posee
sustancias pungentes (que ocasionan lagrimeo en los ojos de los animales),
destacando la alina y compuestos ricos en azufre, los cuales producen el efecto
repelente.
ü Apenas
se coloca dentro del suelo, ya empieza a repeler a los gusanos de tierra, los
cuales de día están escondidos entre la tierra y hojarasca, y de noche salen de
su escondite para cortar los brotes y las hojas de plantas tiernas.
ü También
evita el ataque de los nematodos dentro del suelo, los cuales, dañan las raíces
(deformándolas) alterando la normal absorción de nutrientes minerales y del
agua.
ü El
periodo de vida de la planta bajo las condiciones de Lima – Perú se encuentra
entre los 6 – 10 meses, además por su facilidad de trasplante, apenas se acabe
el cultivo de cualquier hortaliza se puede trasplantar las plantas de ajo a otras
parcelas donde están creciendo otros cultivos.
ü Se
puede asociar con otras hortalizas sin interferir en su crecimiento dado su
porte vertical sin causar sombra en las plantas vecinas.
ü No
es del agrado de las aves, a diferencia de otros cultivos que apenas germinan
son picoteados por ellas, matándolos.
Parcelas vecinas: La primera sembrada con ajo y la segundo no
Para la asociación con otras
hortalizas se pueden seguir los siguientes pasos:
ü Se
separan los dientes de una cabeza de ajo y se procede a sembrarlos en parcelas
donde recién se ha sembrado o trasplantado otra hortaliza. La siembra se
realiza en la parte baja del surco en la zona húmeda (por donde ha discurrido
el agua de riego).
ü La
siembra se puede hacer entre dos plantas de cualquier hortaliza o cada 20 – 30
cm. a lo largo de surco, intercalando con otros cultivos.
ü Al
cabo de 10 – 15 días empezarán a emerger las hojas alargadas, las cuales
crecerán rápidamente, por eso, luego de un mes se deben aporcar las plantas, es
decir, amontonar tierra en la base de las plantas para mejorar el enraizado, la
formación de la cabeza y el crecimiento vertical.
ü Para
trasladar las plantas a otra parcela se debe regar primero y luego, con cuidado
se extraen con ayuda de una lampa de mano, antes de sembrarlas se debe contar
las hojas a la mitad para evitar la transpiración de la planta y estimular la
aparición de nuevas hojas.
Plantas de ajo listas para el trasplante
excelente información,
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