Las malas hierbas, hierbas malas o malezas son las plantas que crecen dentro o en los bordes de la parcela o campo de cultivo de manera espontánea es decir sin que hayan sido sembradas; por ello también se dice que es cualquier otra planta presente en el campo que no sea el cultivo sembrado.
Se les llama malas hierbas porque al crecer van a interferir con el normal desarrollo del cultivo, debido a que se van a originar relaciones de competencia por los nutrientes del suelo, luz, agua, etc. Además de ser fuente de desarrollo de plagas y enfermedades que después van a pasar al cultivo sembrado.
Gran parte de las malas hierbas son útiles para el hombre pues poseen propiedades curativas como la ortiga, el llantén, el diente de león, etc. Otras poseen propiedades aromáticas como el huacatay, el paico, etc. También hay algunas comestibles como la verdolaga, el atacco, etc.
¿De dónde vienen estas malas hierbas?
Por lo general las semillas de estas plantas son diseminadas por todos sitios debido a que poseen mecanismos de supervivencia como: Semillas pequeñas y finas (parecidas al polvo) que son fácilmente diseminadas por el viento o el agua o con pelos o espinas para adherirse a los animales; también las semillas posee una cubierta dura que le impide ser digerida por los animales de modo que al aplicar estiércol a los campos se está incorporando malas hierbas.
Métodos de manejo
Las malas hierbas son el principal dolor de cabeza de los agricultores ecológicos debido a que está restringido el uso de herbicidas (productos químicos que matan plantas), por ello se buscan otros métodos de manejo los cuales se basan en prevenir su presencia antes que realizar el deshierbo; entre estos métodos tenemos:
- Inmediatamente después de finalizada la cosecha se debe remover la tierra, picar e incorporar las malas hierbas presentes evitando que estas florezcan y produzcan semillas.
- Si se va aplicar materia orgánica, esta de preferencia debe ser adecuadamente compostada, pues este proceso por las altas temperaturas elimina a las semillas de malas hierbas y también a patógenos (microbios).
- Después de preparar el suelo y antes de realizar la siembra se debe regar en abundancia el suelo (riego de machaco) para estimular el crecimiento de las malas hierbas; dos semanas de este riego se vuelve a remover el suelo e incorporar las plantas, al final se realiza la siembra, así se tiene la certeza que la cantidad de malas hierbas del campo va a ser menor.
- Se puede cubrir el suelo utilizando coberturas vegetales como paja, aserrín grueso, hojas de árboles, etc. Estas se colocan después del primer deshierbo alrededor de las plantas cultivadas.
- La forma de control permitida en la agricultura ecológica es el deshierbo manual o con herramientas de mano, en esta actividad se debe extraer la planta completa pues si se arranca solo la parte aérea se está promoviendo que las raíces produzcan nuevos brotes para reemplazar a la planta; lo que al final origina un doble trabajo.
- Para facilitar el deshierbo las plantas cultivadas se deben sembrar en líneas a lo largo de los surcos o camas de siembra de modo que se facilite el deshierbo, siendo más rápido en los lugares donde no hay cultivo.
- Para reducir la competencia de las malas hierbas con el cultivo se utiliza los trasplantes con plantas de 3 – 4 semanas de vida, que poseen la capacidad de crecer más rápido que las demás plantas.