La
papaya es una planta herbácea que crece muy bien en lugares de clima cálido;
sus frutos son muy cotizados por su sabor dulce y sus propiedades curativas; gracias
a ello se utiliza dentro de la gastronomía para la elaboración de postres y ensaladas
de fruta, sin embargo, lo que la mayoría de personas desconoce es que a partir
de las hojas se puede elaborar un fungicida o preparado que combate el
desarrollo de hongos que atacan a las plantas.
Hojas de papayo
Los hongos que controla son los llamados
Mildiú, los cuales pertenecen a la familia Peronosoporaceae y los síntomas de su ataque son: Manchas de
color amarillento al inicio, que luego se tornan de color oscuro, en la parte
superior de las hojas, mientras que en la parte inferior se desarrollan formaciones
algodonosas (especie de pequeños copos de algodón); con el paso del tiempo toda
la hoja se empieza a secar y llenar de polvo blanquecino, llegando la planta a
perder todas las hojas y morir. Este hongo se presenta con mayor intensidad en
los cambios de estación (otoño y primavera), pues requiere de elevada humedad y
temperaturas cálidas para infectar las plantas. Los cultivos mas sensibles a su
ataque son: espinacas, lechugas, rabanitos, nabos, coles, pepinos, vid, duraznero,
etc.
Las hojas contienen sustancias lechosas, muy poco estudiadas, que al ser
aplicadas sobre las plantas inhiben o evitan el desarrollo de los hongos; a
esto se suma el hecho que al provenir de una fuente natural, no genera residuos
de productos químicos sobre los cultivos, pues se descomponen a los pocos días
de su aplicación. Sin embargo, para
evitar que las sustancias fúngicas afecten a las personas mas sensibles al
consumir las hortalizas, se debe evitar su aplicación hasta una semana antes de
su consumo.
Materiales e insumos
4 Hojas frescas de papayo
1 Litro de agua
1 Envase
1 Colador
1 Rociador de mano
1 Botella de plástico descartable de 1 L.
Modo de preparación
Se lavan las hojas para poder retirar el polvo
que, a veces, suelen tener en su superficie; luego se procede a cortarlas en
trozos pequeños, estos se colocan en un envase y se cubre con agua hasta
completar 1 Litro, luego se tapa y se deja reposar o macerar por todo un día.
Picado de hojas de papayo
Remojado de hojas de papayo
Una vez macerado se procede a tamizar la
mezcla (separar la parte líquida de la sólida) con un colador, de modo que se pueda
aprovechar el líquido, el cual es de color amarillento; el resto se puede
utilizar como abono, enterrándolo en el suelo para que termine de descomponerse.
Macerado de hojas de papayo
Este preparado se puede guardar dentro de la
refrigeradora por varios días en caso que no se utilice en su totalidad, sin
embargo, sus propiedades curativas no van a ser las mismas que si se utilizara
fresco. Antes de usarlo se debe agitar para uniformizar la consistencia de la
solución.
Para el uso de esta preparación se debe
colocar el líquido dentro del rociador para que las gotas finas se puedan
adherir sobre los tejidos vegetales.
Para una correcta aplicación
Este preparado se puede aplicar como
preventivo (evita que la planta se enferme) o curativo (apenas se observa la
presencia de los hongos, pues aplicada en estadíos iniciales es más efectivo).
Se recomienda aplicar 1 – 2 veces cada semana
cuando se observa la presencia del hongo, o una vez por semana si es que se
quiere evitar la presencia del hongo. Los resultados se van a apreciar a los
pocos días.
La aplicación se debe realizar en las primeras
horas de la mañana o últimas horas de la tarde, para evitar que los rayos
solares sequen el preparado y no logre proteger a la planta.
Durante la aplicación se debe aplicar en forma
uniforme la parte superior de las hojas (haz) y la parte inferior (envés); pues
los hongos se desarrollan en ambas caras y muchas veces esto no se toma en
cuenta, por lo que no se logra un buen control.
Aplicación de fungicida a base de hojas de papayo
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