Las espalderas vienen a ser los soportes donde se recuestan las plantas
de hábito trepador durante su crecimiento. Por lo general, las espalderas se
construyen de ramas secas de árboles, tallos de carrizo, varillas de fierro,
tubos de plástico, palos de escoba, etc. El requisito indispensable de las
espalderas es que tengan gran longitud y firmeza, ya que van a resistir el peso
de la planta trepadora (tallos, hojas, flores y frutos).
Las plantas trepadoras pueden crecer tumbadas cubriendo todo el suelo a
su alrededor sin embargo, poseen la habilidad de adherirse a cualquier parante
(Estructura) que se encuentre cerca a través de sus tallos y brotes para poder
crecer en forma vertical con el objetivo de buscar la luz o estar mas cerca de
este recurso.
Para facilitar la adherencia de la planta a la espaldera se suele
utilizar pitas o trozos de rafia con los que se amarra y/o enreda los tallos de
las plantas alrededor de los parantes usados como espaldera.
Plantas de frijol trepando por unos palos hacia arriba
¿Qué plantas cultivadas tienen hábito trepador?
Cucurbitáceas: Caiguas y Pepinos
Fabáceas: Pallares, Frejoles y
Alverjas
Passifloraceas: Granadilla, Tumbo y
Maracuyá
Vitaceas: Vid
Sin embargo, también hay plantas que necesitan espalderas para crecer de
forma vertical y evitar que su mismo peso las tumbe hacia un costado. Estas
plantas son:
Solanaceas: Ají, rocoto, tomate,
etc.
Plantas de alverja recostadas sobre una espaldera de palos y cuerdas
Ventajas del uso de espalderas
- Permiten aprovechar mejor el espacio dentro de la parcela pues al guiar los cultivos trepadores hacia arriba se puede disponer del espacio a su alrededor para sembrar otros cultivos.
- Se va a evitar la competencia directa con los cultivos vecinos por la luz y el espacio.
- Va a facilitar el mejor control de plagas y enfermedades ya que se van a evitar microclimas que favorezcan su desarrollo.
- Permite obtener frutos mas limpios, pues no van a crecer recostados sobre el suelo donde se pueden contaminar.